A veces siento el impulso de beber, de emborracharme, de llamarte, de gritarte, pero después de tres tragos solo me invade el asco, náuseas de volver a verte, el olor nauseabundo de tu existencia.
Haz algo, haz algo, haz algo Inmóvil, continuamente dando pasos hacia atrás y solo escucho: Haz algo, haz algo, haz algo. No se dan cuenta de que solo escucharlo, solo escucharlos, me inmoviliza y muero dentro un poco más.