Yo


   Quisiera poder hablar con mi yo pasada. Esa chica que solía sonreír por cualquier cosa. La que se reía a carcajadas por cada tontería que pensaba o escuchaba. Quisiera poder susurrarle que no tenga miedo. Que lo que pasó no fue su culpa. Que lo que pasará tampoco. Que es fuerte, que puede, que siempre pudo. Que entiendo que no me haga caso. Que sé lo que siente, que sé que es real. 

   Qusiera poder susurrarle a mi yo pasada. Decirle que respire, que pasará, que tendrá lo que esperaba. Pedirle que se aleje de allí, que no mire ese vídeo, que no abra la puerta. Pedirle que se deje llevar, que disfrute mientras dure. Que no importa si yo sé que acabará, porque mereció la pena, aunque ahora no lo crea. Decirle que no es malo querer cosas imposibles. Pedirle que las quiera. 

   Quisiera poder gritarle a mi yo pasada. Esa chica que solía confiar en la bondad de las personas. Aquella chica inocente que se dejaba llevar. Ten cuidado. No vayas. Vete. No te dejes mentir. Y si lo haces, no te culpes. No intentes ser insensible. No te castigues haciendo cosas que no quieres hacer. Creo en ti, cree en ti, sé tu misma. No dejes que nadie te manipule. No dejes que nadie destroce tu identidad, te deje vacía. Sin pensamientos, sin sentimientos, sin sueños. Déjate llevar por la vida. 

   Quisiera poder hablar con mi yo pasada. Pero sé que no me haría caso. Así que te hablo a ti, a mí, ahora mismo. Me hablo a mí misma a través de estos renglones. No tengas miedo, camina, corre, grita, ama, quiere, odia, siente. Haz todo lo que quieras hacer. Déjate llevar. Déjate sentir todas las emociones y sentimientos posibles. Porque no hay nada peor que no sentir nada. No hay nada peor que el vacío. Así que salta, siente el aire que te envuelve. Yo, la futura, te recogeré cuando caigas.

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