Por fin

Quizás los mensajes que me enviabas

no fueran bromas pesadas, 

ni intentos desesperados 

de mantenerme colgada,

por siempre asida a ti. 

Quizás, solo quizás,

realmente tuvieras interés, 

quizás quisieras saber,

quizás ansiaras conocer

lo que realmente pensaba, 

hacía, en qué lugar quedabas tú.

Pero yo nunca respondí, 

nunca pensé que fuera en serio, 

nunca te dije, nunca expliqué,

dejé que pensaras, que supusieras,

dejé que pasara el tiempo,

las oportunidades, 

hasta que te fuiste

y nunca más supe

si todo aquello había existido,

si era real,

si no entendí,

y, así,

perdí,

perdí la última oportunidad

que te quedaba conmigo

por ni siquiera imaginar

la posibilidad de que tú...

¡por fin, por fin!

ya me quisieras.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Inesperado

No te merezco.

Sombras